Iglesia Evangélica Metodista de Martínez

Pastor: Marcelo Mondini

Creemos en Jesús como Señor y Salvador

Textos bíblicos dominicales

06 de octubre:  Job 1:1, 2:1-10;  Salmo 26 ;  Carta a los Hebreos 1:1-4 ,  2:14-15; Evangelio de Marcos 10: 2-16

13 de octubre: Job 23: 1-12;  Salmo 22: 4-5, 26-29 ;  Carta a los Hebreos 4:12-13 ; Evangelio de Marcos 10: 17-27

20 de octubre:  Job 38: 1-15;  Salmo 104: 1-7, 24 ;  Carta a los Hebreos 5:1-3, 7-10 ; Evangelio de Marcos 10: 35-45

27 de octubre:  Job 42: 1-6, 10-17;  Salmo 34: 1-8 ;  Carta a los Hebreos 7: 23-28 ; Evangelio de Marcos 10: 46-52

03 de noviembre: Rut 1: 6- 16 ; Salmo 146: 1-2, 7-10; Carta a los Hebreos 9: 11-12, 14b;  Marcos 12: 28-34

10 de noviembre: Rut 3: 1- 5, 14-17;  Salmo 127;  Carta a los Hebreos 9: 24 - 28;  Marcos 12: 38-44

17 de noviembre: 1º Samuel 1: 4-5, 9-11, 20; 1º Samuel 2: 1-8;  Carta a los Hebreos 10: 11-14, 23 - 25;  Marcos 13: 1-11

24 de noviembre: 2º Samuel 23:1-7; Salmo 132: 1-9, 15; Apocalipsis 1: 4b-8; Evangelio de Juan 18: 33- 37

PARA REFLEXIONAR

El Dios verdadero, el Dios cristiano, no es el que está solo. Por el contrario, es quien invita al ser humano a estar con él. Es un Dios que se ocupa de los demás, del mundo y de los seres humanos más que de sí mismo. Esto es muy sugestivo, porque habitualmente pensamos en un Dios que se encuentra en el “más allá”, un Dios distante, que está aguardando que los seres humanos piensen en él, se ocupen de él, traten de agradarle o satisfacerle.

El Dios de la Biblia, en cambio, está constantemente ocupado en el mundo, en su curso, en la creación de la vida y en su plenitud, en la justicia y la verdad entre los hombre. Cuando habla al ser humano, como ocurre muy frecuentemente en la Biblia, no es para hablar de sí mismo sino de sus propósitos y su deseo para el mundo, para la humanidad. No se encuentran en la Biblia discusiones acerca de la naturaleza o el ser de Dios; el tema de conversación de Dios con el hombre es acerca del hombre mismo.

 

Quien no se interese en éste, no tiene de qué hablar con Dios, porque Dios está totalmente concentrado en su proyecto para el mundo, e invita al ser humano a pensar en ese proyecto, a tomarlo en serio, a comprometerse con él para realizarlo. Este es el comienzo de la fe. El símbolo central de la fe cristiana, la cruz, es la afirmación más rotunda de esta decisión de Dios de estar con y a favor de la humanidad.

 

Tan en serio ha tomado Dios su compromiso con el ser humano en la realización de este proyecto, que no vacila en arriesgarse a participar de la vida humana aún en su pobreza y en su fragilidad, incluso hasta la muerte, a fin de poder restaurar la relación con el ser humano. El Dios de la Biblia es el Dios para los demás y no para sí mismo. Es un Dios que sufre, que se juega, que corre riesgos en su proyecto de crear el mundo y de renovarlo.

 

Cuando mencionamos a Jesucristo estamos hablando de eso, de la apuesta que Dios ha hecho a favor del ser humano, colocándose a sí mismo como garante. Y para eso dio su vida.

José Míguez Bonino (1924-2012)